VIAJE POR LA LITERATURA CASTELLANA.
Lentamente los monjes suben la ladera al compás de la doméstica campana que les llama al recogimiento. Nos espera un fructífero curso 2012-2013. ¿Habrá novedades?

jueves, 22 de marzo de 2012

Corrales de comedias

Eran patios internos de las casas plebeyas que se adaptaban para funciones de teatro español. Estaban constituidos por un tablado de aproximadamente dos metros de altura sin telón y adosado a una de las paredes del  corral donde se cambiaban los actores y las actrices tras una cortina. Todas las representaciones se hacían a la luz del sol ya que este carecía de techo y solo contaba con un toldo para proteger a los espectadores y su distribución era la siguiente: los mosqueteros llenaban el patio, las mujeres alborotaban la cazuela y los forasteros y eclesiásticos eran acomodados en el desván.  
Como no había numeración los que llegaban primero tenían mejores vistas de la obra, en las puertas de entrada había unos apretadores que eran los encargados de apretujar a los espectadores o a las mujeres con sus voluminosas sayas y faldas para que cupieran más. La gente estaba ansiosa por conseguir un buen lugar de asiento.
Este tipo de representaciones teatrales no eran gratuitas por lo que en esta época de crisis seguía habiendo pícaros que quería entrar sin pagar.
El ambiente era muy ruidoso debido a que no había empezado la obra y la gente llevaba mucho tiempo esperando, pero cuando terminaba la función el todo era muy agradable.


Iván, Jeffred y Kevin
    

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