VIAJE POR LA LITERATURA CASTELLANA.
Lentamente los monjes suben la ladera al compás de la doméstica campana que les llama al recogimiento. Nos espera un fructífero curso 2012-2013. ¿Habrá novedades?

miércoles, 7 de marzo de 2012

Francisco de Quevedo vs Luis de Góngora

Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;


Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.


Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;


Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
Francisco de Quevedo

Tenemos frente a nosotros a un gran representante de la literatura barroca española. Quevedo era barroco Conceptista. El Conceptismo es una complicación extrema del contenido . Trata de multiplicar asociaciones ingeniosas y rebuscadas entre los conceptos y las palabras . 

Este poema está dedicado a  Don Luis de Gongora, otro escritor cumbre del barroco pero este especialista en el Culteranismo. Góngora era un clérigo que siempre estaba peleando con Don Francisco de  Quevedo por medio de la poesía.
Siempre estaban enfrentados, pero a nuestra manera de ver las cosas todo era envidia pura y dura de Francisco de Quevedo, que empezó a dedicarle poemas a Luis de Góngora y como Góngora no tenía pelos en la lengua no se calló. Así empezó una guerra a través de la lírica.

María Raluca y Laura

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