VIAJE POR LA LITERATURA CASTELLANA.
Lentamente los monjes suben la ladera al compás de la doméstica campana que les llama al recogimiento. Nos espera un fructífero curso 2012-2013. ¿Habrá novedades?

jueves, 3 de noviembre de 2011

La Casulla de San Ildefonso

La Casulla de San Ildefonso

El arzobispo me escribió desde los cielos lo que aquí os cuento:

"Hola, soy Ildefonso... a secas, la verdad es que no se comieron mucho la cabeza al crearme, y no tengo apellido. Por eso mismo, fui un simple arzobispo, y es que un arzobispo sin apellido, es como una Virgen sin altar. Ya estoy otra vez, la Virgen...por eso era un  marginado  en el convento, todos que si Dios, que si Jesús...y yo con la Virgen. Le dediqué un libro y, ella, bien me lo pagó con una casulla cosida por los ángeles. Yo era la envidia de todo el convento, todos la querían, y puse de moda lo de la Virgen. Todos hablaban de ella y las estampitas volaron como nunca, sus figuritas eran las más vendidas y todo el que era alguién tenía un póster suyo en su cuarto. Las ventas se dispararon, tanto que hasta salió en las cartinoticias palomares. Yo como le había dedicado toda mi vida, me convertí en el no va más de la iglesia. Era superfeliz, y el autoestima me subió mucho. Aún así seguía creciendo,  tanto que me morí mirándome al espejo. Como molaba mucho y ya era... un famosillo, todos querían mi casulla de última generación. Le correspondió al siguiente arzobispo, pero por ser tan malote, cuando se la puso mi amiga la Virgen lo ahogó.
Os diría que siento lástima por él, pero mentiría, asi que...mejor no os lo digo. 
Un cordial saludo desde las alturas."



                                                                        ANA y MARIA                                                                  

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