Yo, un monje muy devoto, cada día miro a la Virgen María y le hago una reverencia diciéndole <<Ave María>>.Me trataban de cuerdo, yo caso no les hacía.
El enemigo malo de Beelzebub, que siempre es un buen contrario y adversario.
Que me enveneno y me hizo contrario. Todas las noches cuando todos dormían yo me iba a realizar mis labores, aunque había pecado todos las noches seguía orando a la Virgen con mi <<Ave María>>.
Al lado del monasterio había un río que yo tenía que cruzar pero con tal mala suerte que a la vuelta me caí y morí ahogado.
A la mañana siguiente no podía tocar los maitines y todos se despertaron preocupados y me fueron a buscar.
Y me encontraron ahogado en el rio que tuve que pasar; al poco tiempo vinieron diablos a buscarme para llevarme con ellos, los ángeles intentaron salvarme pero no pudieron.
Al final acudió la Gloriosa y me salvo de todo aquello ya que me había encomendado a ella.
Me dio la penitencia ya que lo diablos seguían persistiendo en que me debía de ir con ellos.
El Señor de los Cielos me dio el honor de resucitar; El convento esta triste por mi muerte, pero cuando me vieron entrar se quedaron asombrados. Yo les di las gracias a la Virgen y al Señor porque me fui muerto y vivo he vuelto. Realice la penitencia que me impuso la Virgen y salvado estoy de todo aquello que me paso.
VIRGINIA.
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