¿Hola mis chicos, que tal?
Bueno aqui os dejo un breve poema que mi amigo Machado me dejó.
Antes de empezar, me gustaria hablar de pasada sobre él, por si
alguien al esto ver no se le viene a las mientes.
Nacio el 26 de julio de 1875 en Colllioure, Francia (u la la) pero murio
reconocido como poeta español. En 1889 empezo sus estudios en
bachillerato. En 1902 vuelve a Paris y conoce a Ruben Dario.En 1907
publica Soledades, gana las oposiciones al puesto de catedrático de
francés y al elegir la vacante del instituto se Soria, conoció a Vicente
Garcia De Diego.Al entablar amistad con este, conocio a Leonor Izquierdo,
que trabajaba en su casa. Dos años despues se caso con ella, teniendo 15
años y él 34. Cuatro años despues, en 1912, Leonor cae muy enferma de
tuberculosis y muere. Como Antonio se sumio en una gran depresion pidio el
traslado a Baeza (Jaen), donde vivio con su madre y se dedico a la enseñanza.
Y resumiendo un poco que ya casi parece que este blog es de él mas que mio;
conocio a muchos poetas entre ellos Federico Garcia Lorca.Viajo mucho, publico
muchas de sus obras y tambien algunos versos en prosa.
En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el
día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana.
A los tres días, fallece su madre y en el bolsillo de su abrigo se encuentra un
último verso: «Estos días azules y este sol de la infancia»...
Esta es su vida y entre toda ella me alegra que se acordara de mi y me escribiera
este poema:
MIS POETAS El primero es Gonzalo de Berceo llamado, Gonzalo de Berceo, poeta y peregrino, que yendo en romería acaeció en un prado, ya quien los sabios pintan copiando un pergamino. Trovó a Santo Domingo, trovó a Santa Maria. y a San Millán, ya San Lorenzo y Santa Oria. y dijo: mi dictado non es de juglaría ; escrito lo tenemos ; es verdadera hÍstoria. Su verso es dulce y grave; monótonas hileras de chopos invernales, en donde nada brilla ; renglones como surcos en pardas sementeras, y lejos, las montañas azules de Castilla. El nos cuenta el repaire del romeo cansado ; leyendo en santorales y libros de oración, copiando historias viejas, nos dice su dictado, mientras le sale afuera la luz del corazón. |
Antonio machado
Michelle Quiroz Cedeño.
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