¡Buenas tardes a todos! Hoy quería hablaros de la película "El Capitán Alatriste".
Ayer por la noche, Fray Agua Fiestas, Fray Lloricas, Fray Popitas y yo nos desvelamos y, muertos de aburrimiento, coincidimos en la sala de la televisión.
Fray Popitas, ante la sorpresa de todos, se sacó del hábito una cajita de plástico de la que sacó un círculo que era como un espejo, llamado CD.
-¿Queréis ver una película que descubrí el otro día en el videoclub? -Preguntó Fray Popitas.
-A saber cuántas blasfemias recoge ese CD -rebatió Fray Agua Fiestas.
-¡Calla fraile! Yo sí... -empezó a decir Fray Lloricas, pero la mirada acusadora de Fray Agua Fiestas le intimidó-, quiero verla... Creo.
-Silencio todo el mundo o se despertará el abad -dije tratando de poner orden.
Fray Popitas se acercó al aparato y pulsó los botones correspondientes.
-Decidme que queréis palomitas, por la gloria del Señor -pedí indiscretamente. Sí, me encantan las palomitas.
Fray Popitas me miró con los ojos brillantes. No hace falta decir que su nombre era una premonición a su posterior adicción a las palomitas. Ups, ya lo he dicho... Bueno, sigamos.
Con varias ensaladeras a rebosar de palomitas (porque aunque no quisiera, Fray Agua Fiestas también comió y casi el doble que Fray Lloricas), empezamos a ver esta película.
Esta película, basada en las novelas de Arturo Pérez-Reverte, cuenta la historia del Capitán Alatriste, un soldado del ejército español en las guerras de Flandes.
A mi gusto, que bendito sea, la película refleja la cruda realidad de lo que en aquellos tiempos era una guerra en la que se jugaban un territorio. Gracias al diálogo, hoy no existen estos problemas en nuestro país.
Hasta a Fray Agua Fiestas le gustó y, animadamente, la comentamos al terminar de verla. Todos coincidimos en que, a pesar de que no se ambiente en la época en la que empezamos a vivir en el monasterio, nos gustó mucho.
Un participante en las aventuras del Capitán Alatriste es Francisco de Quevedo, gran amigo del capitán que le consigue trabajo. Alatriste vive con tristeza la captura y entrada en prisión de Quevedo.
También es digno de mención Fray Lloricas, que de allí era el único que se había leído los libros. Nos contó que la película no seguía el mismo hilo argumental que los libros, pero le había gustado la idea.
Prometimos leer los libros tanto Fray Popitas como yo, y aunque Fray Agua Fiestas no dijera nada, seguro que algún día me lo encuentro en la biblioteca buscándolos.
Os dejo el
trailer de la película y, por supuesto, ¡contádnos qué os ha parecido!
Cristina y Virginia.